Pebbles, una hembra de la raza Toy Fox Terrier, acaba de convertirse en la perra más vieja del mundo con 22 años y 65 días de edad.
La pequeña nació el 28 de marzo del 2000 y ha conseguido colarse en el Libro Guinness de los récords.
Lo más sorprendente es que ha conseguido quitarle el puesto a un chihuahua de 21 años y 66 días llamado TobyKeith, que nació el 9 de enero de 2001 en Greenacres, en una localidad de Florida (Estados Unidos). Pebbles, por su parte, reside en Taylors, en California. Bobby y Julie Gregory son sus dueños, que no perdieron oportunidad para presentar a su perra para optar a este premio.
«¡Pebbles es oficialmente el perro vivo más viejo! ¡Gracias Guinness World Records por este tremendo honor y la hermosa placa que nos enviaron! ¡Pebbles no podría estar más feliz!», contaba la pareja a cargo de la pequeña en una publicación en Instagram, para celebrar el acontecimiento.
El promedio de vida de un Toy Fox Terrier suele girar alrededor de los 12 o 14 años, por lo que Pebbles supera en ocho, aproximadamente, esas cifras. «Trata a tu mascota como familia porque lo son. Dales un ambiente feliz y positivo tanto como sea posible, buena comida limpia y atención médica adecuada», decía su dueña Julie Gregory.
Según comentó la familia a Fox, Pebbles es una ave nocturna que se levanta sobre las cuatro o cinco de la tarde para cenar, principalmente, y luego se queda despierta casi toda la noche. Le encantan las pizzas, las hamburguesas y hasta la comida para gatos. Vaya, que come todo lo que puede y más siempre que la dejen. Pebbles ha pasado ahora a la historia como la mascota perruna más longeva que existe, y de hecho va a ser complicado que alguien le quite ese título. Por lo menos a corto plazo.
Fuente y foto: Agencias