Un juez federal concedió la segunda suspensión definitiva en la obra del tramo 5 del Tren Maya, proyecto prioritario para el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pero la negó para los tramos 6 y 7.
Fernando Novelo, juez primero de Distrito con sede en Yucatán, resolvió sobre el amparo 923/2022, tramitado por la organización Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS), conceder la suspensión definitiva, a fin de frenar las obras del tramo 5 norte por no contar con resolutivo y en la parte sur porque no se han cumplido con las condicionantes que se impusieron como requisitos previos a iniciar las obras.
El resolutivo de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del tramo 5 sur establecía 26 medidas condicionantes de prevención y mitigación.
Tres de estas medidas debían satisfacerse de manera previa al inicio de cualquier obra, a fin de salvaguardar el medioambiente de la zona.
Se trata de los proyectos ejecutivos, los programas específicos -como el de manejo integral de residuos, de conservación de suelos y reforestación, de calidad de aire, manejo de flora y fauna, ahuyentamiento, rescate y reubicación de fauna silvestre- y el Estudio Técnico Económico (ETE), mismas que no han sido cumplidas por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) Tren Maya.
El amparo 923/2022 fue tramitado el 5 de abril pasado, cuyo acto reclamado son los permisos, autorizaciones y trabajos que conllevan a la planeación, ejecución, y desarrollo de actividades en el tramos 5 del proyecto Tren Maya, y del que ya se había concedido una suspensión provisional.
El 25 de mayo DMAS solicitó ampliar la demanda de amparo para incluir a la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) entre las autoridades mencionadas y solicitar la suspensión contra cualquier autorización provisional de obras y proyectos de infraestructura a cargo del Gobierno de México.
Y en dicha solicitud de ampliación incluye a los tramos 6 y 7, de los que Novelo Pérez decidió este lunes rechazar la suspensión “porque la DGIRA sólo emitió las autorizaciones provisionales, más no ejecuta los trabajos”.
Esta es la segunda suspensión definitiva que se otorga en el tramo 5. Por la deforestación hecha sin una MIA, ni los estudios correspondientes, ni el rescate de fauna y flora, el 30 de marzo buzos profesionales calificados en inmersiones promovieron el amparo 884/2022, del que un juez concedió la suspensión definitiva el pasado 30 de mayo.
Como el Gobierno Federal ha hecho caso omiso a las resoluciones del juez que ordenan frenar las obras en el tramo 5, alegando que el Tren Maya fue declarada recientemente como obra de seguridad nacional por el Consejo de Seguridad Nacional, un grupo de ciudadanos ha decidido apostarse frente a las máquinas para detener la deforestación.
El pasado sábado, José Urbina, uno de los buzos que presentó el amparo 884/2022, acudió a uno de los dos puntos que se mantienen trabajos de desmonte de vegetación, en Akumal, para platicar con los trabajadores, exponer la importancia del acuífero y del sistema de grutas y cavernas sobre el que están trabajando y pedir que frenaran las actividades, lo cual aceptaron.
Este lunes un grupo de cinco personas, integrantes del colectivo Sélvame del Tren replicaron la acción y consiguieron frenar dos retroexcavadoras.
“Les explicamos que estaban trabajando sobre un cenote. De hecho, ellos no lo sabían. Los llevamos, los metimos al cenote y lo vieron. Fueron muy cordiales y sí frenaron los trabajos”, dijo uno de los activistas que pidió omitir su nombre.
El colectivo ya se organiza para repetir la acción el resto de la semana, en Akumal, en el municipio de Tulum, y en la conocida Ruta de los Cenotes, en el municipio de Puerto Morelos.
Con información de EFE