Progreso, Yucatán, 16 de marzo de 2022.- El olor prácticamente era insoportable, pero cinco jóvenes dirigidos por biólogo Raúl Díaz Gamboa, responsable del Programa de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de Yucatán con cuchillos en mano realizan la inspección post mortem de una orca pigmea fallecida desde hace días a la vista de curiosos bajo el cálido atardecer en las playas de Progreso.
Esta especie es el segundo registro que se tiene en Yucatán, el primero fue en septiembre de 2013, cuando se reportó un varamiento de orcas pigmeas (Feresa Attenuata) en Sisal, las cuales se salvaron seis adultos y solo murió una cría.
Como se ha informado, domingo pasado recaló la primera orca en la playas de Dzilam Bravo, la cual estaba viva, pero falleció; el lunes apareció un segundo cetáceo en esa misma zona, pero muerto y anoche un tercero en playas de Chicxulub sin vida.
El especialista realizó las tres necropsias este día, se determinó que los cetáceos eran machos, de unos 40 años y pertenecían al mismo grupo, ya que es poco común que naden en solitario.
En las necropsias participaron los estudiantes de Biología Marina: Francisco Marmolejo Cervantes, Alejandro Gamboa González, Tania Uscanga, Arturo Hernández y Tere Abigail Sánchez Quiñónez.
Una de las necropsias que fueron observadas por turistas y lugareños fue en Progreso y se trato de la orca que recaló en Chicxulub, los estudiantes abrieron al cetáceo para evaluar la condición corporal, estado de los órganos internos, contenido estomacal e interacciones ecológicas. Algunos órganos fueron llevados al Campus de Ciencias Biológicas de la Uady y el resto fue enterrado de nuevo.
Díaz Gamboa, explicó que las orcas pigmea eran de edad adulta, los tres sufrían afección pulmonar y tenían mordidas post mortem, y que el «recalamiento» de esta especie es rara para las personas de la costa; ya que la costa yucateca tiene una plataforma continental muy extensa hasta los 300 kilómetros en algunas zonas mucho más allá de Arrecife Alacranes.
Sin embargo, son habitantes comunes en el Golfo de México, solo que están a una distancia alejada de la costa, pero al estar vulnerables y enfermos son arrastradas por las corrientes.
Las orcas pigmeas viajan aproximadamente a 3 kilómetros por hora (2 millas / hora) y se encuentran predominantemente en aguas más profundas que van desde 500 ma 2000 m (1600 a 6500 pies) de profundidad, manifestó el biólogo especialista.
Información y fotos: Martha Chan