Colectivos, comunidades mayas y Greenpeace exige una moratoria que avale el compromiso de la Semarnat de no dar más permisos para granjas porcícolas en la Península de Yucatán.
En un comunicado explicaron que ante la imposición de granjas porcícolas y la contaminación de aguas y tierras, entre otras vejaciones, dieron posicionamiento: “No aceptamos la continua violación de nuestros derechos humanos al agua; al medio ambiente; a la tierra y el territorio; a nuestra libre determinación y autonomía”.
En un documento de cinco hojas que firmaron representantes mayas de diferentes comunidades de Yucatán, respaldados por organizaciones civiles, advirtieron que el desarrollo en sus comunidades “no será, si no es comunitario y consensuado con los habitantes del territorio”. Además, refrendaron la unión de los pueblos mayas contra los grandes intereses que hoy devastan la Península de Yucatán.
“De otra manera es extractivismo. Exigimos un alto a la devastación del territorio maya, por el buen vivir y la biodiversidad de la Península de Yucatán”, resonó la voz del pueblo maya en el foro realizado en el Hotel Los Aluxes de Mérida ante la presencia de Greenpeace, Indignación y el Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes.
Reconocieron que la Península de Yucatán enfrenta una grave crisis ambiental generada por megaproyectos extractivistas, por lo que “el día de hoy, estas comunidades nos unimos de forma colectiva y juntas buscamos preservar nuestros territorios y recursos naturales en uno de los sitios prioritarios para labiodiversidad de México, con un patrimonio biocultural inigualable”.