El solsticio de invierno llegó este sábado 21 de diciembre, marcando el inicio oficial del invierno en el hemisferio norte. Este fenómeno astronómico trae consigo el día más corto y la noche más larga del año.
A partir del domingo 22, los días comenzarán a alargarse gradualmente hasta alcanzar su máxima duración en junio, durante el solsticio de verano.
Este cambio en la duración de los días ocurre por la inclinación del eje terrestre y la forma en que la Tierra orbita alrededor del Sol, un fenómeno conocido y celebrado desde hace siglos.
Monumentos como Stonehenge, en Inglaterra, y el Torreón de Machu Picchu, en Perú, fueron diseñados para alinearse con los solsticios, evidenciando la importancia de este evento en antiguas culturas.