Chocholá, Yucatán a 07 de septiembre de 2021.- El caluroso clima matutino provoca que copiosas gotas de sudor escurran por la frente de Carlos Javier Camaal Cauich, mientras separa y apila con vigor trozos de madera que usará en su hogar para tareas domésticas.
Seca su transpiración con un pañuelo mientras realiza su faena de buena gana y con una amplia sonrisa, pues desde hace tres semanas, invierte menos esfuerzo físico y tiempo en obtenerla, al ser uno de los beneficiados del Centro de Donación de Leña en Chocholá, establecido por el Tren Maya.
“El Tren Maya va a traer turismo, pero sus beneficios ya se están viendo desde ahora con empleos y esta donación que usa mi familia para cocinar y calentar agua. Aquí vengo sólo un día a la semana, una o dos horas. Si no tuviera la oportunidad de venir acá a recoger leña tendría que madrugar, ir al monte, caminar entre piedras y sacarla hasta la carretera. Sería más el trabajo. Tardaría mucho: unas cuatro horas cada dos o tres días, con el peligro de que me muerda una serpiente u otro animal venenoso; o que me caiga, me fracture y no haya nadie a mi lado para auxiliarme”, explicó.
A un mes de estar en funcionamiento, este centro ubicado cerca del campo de fútbol de Chocholá, sobre la ruta Calkiní-Izamal del Tren Maya, ha obsequiado a pobladores de la localidad y sus alrededores más de 35 metros cúbicos de madera, producto del desmonte en el derecho de vía. El material vegetal sobrante será degradado para ser utilizado después como abono para reforestar diferentes áreas, como parte de las actividades de preservación del medio ambiente del proyecto que se implementan en los 172 kilómetros que recorre el tramo 3.
A unos metros, se encuentra Julio César Chan Pérez, procedente de Maxcanú, municipio ubicado a 25 kilómetros del lugar, quien acude en grupo también una vez a la semana y coopera con otras personas para el combustible de un automóvil que traslada la leña hasta sus viviendas, pues afirma que su recolección es una costumbre ancestral: “Su aprovechamiento nos lo inculcaron nuestros abuelos, usamos la leña que encontramos en el terreno para cocinar nuestros platillos tradicionales”.
En este sitio abierto en coordinación con el Ayuntamiento, quien se encarga de invitar a los habitantes para aprovechar la madera, labora un equipo de aproximadamente 10 personas, en horario de 7:00 a 14:00 horas, quienes se encargan de hacer cortes a los troncos de entre 40 y 80 centímetros para que las personas puedan transportarlos a sus hogares en bicicletas, triciclos, motos o autos.
Para verificar que el espacio se encuentre en orden, realizan recorridos de supervisión por las tardes, ya que la gente puede llegar en cualquier horario y llevar el producto que necesiten.
La madera proporcionada es apreciada para uso doméstico como el jabín, porque al arder genera menos humo que otras, es de lenta combustión y produce brasas más duraderas, por lo que es mejor para la cocción de alimentos.
En la actualidad, el proyecto del Tren Maya se encuentra en gestiones con en el municipio de Maxcanú para abrir otro centro de donación similar este mes de septiembre.