Escaparate

Kim Kardashian, lució el vestido de Marilyn Monroe en la Met Gala 

El look de Kim Kardashian para la Gala del Met de 2022 vino acompañado de un plan de dieta muy estricto.

La estrella ha revelado que en realidad tuvo que cambiar su cuerpo para poder entrar en el vestido más icónico de Marilyn Monroe, el que la leyenda del cine llevó durante su famosa interpretación del Happy Birthday, Mr. President en homenaje a John F. Kennedy en el Madison Square Garden durante un evento demócrata el 19 de mayo de 1962, solo tres meses antes de la muerte de la actriz.

Kim Kardashian y Pete Davidson en la Met Gala 2022.

Kim Kardashian y Pete Davidson en la Met Gala 2022.GettyImages

Pete Davidson y Kim Kardashian viajaron la semana pasada a Orlando (Florida) para visitar el museo Ripley’s Believe It or Not, donde se conserva la prenda desde que fue adquirida en subasta por 4,8 millones de dólares en 2016, y asegurarse de que podía entrar en ella antes de la noche más importante de la moda.

Aunque Kim se las arregló para lograrlo, debe haber sido un gran esfuerzo ya que al parecer en aquel momento tuvieron que coser el vestido sobre el propio cuerpo de Monroe.

El diseño fue una obra de por Jean Louis basado en un boceto de Bob Mackie y originalmente costó 1.440 dólares.

«La idea se me ocurrió después de la gala de septiembre del año pasado. Me dije a mí misma, ¿qué podía llevar para la temática americana que no fuera un look de Balenciaga? ¿Qué es lo más americano que se te ocurre? Y eso es Marilyn Monroe», ha revelado Kardashian en una entrevista para Vogue.

Para conseguir ese resultado, Kim ha dicho que tuvo que perder siete kilos en tres semanas: «Era esto o nada», dijo. La fundadora de KKW Beauty explicó que «me ponía un traje de sauna dos veces al día, corría en la cinta de correr, eliminaba por completo el azúcar y los carbohidratos, y solo comía las verduras y las proteínas más limpias. Así que un mes después, cuando estaba en los archivos de Ripley para la prueba final y el vestido se ajustaba perfectamente, confesó: «Quería llorar de alegría», añadiendo que también llorará de alegría cuando finalmente pueda comer una pizza extra grande al final de la noche.

Kim optó por dejar que el legendario vestido brillara por sí solo, manteniendo la sencillez del resto del look recogiendo su pelo rubio recién teñido en un elegante moño y complementando con un par de pendientes de oro blanco de 18 quilates y diamantes de Cartier de la línea Essential Lines y un abrigo de pelo blanco que llevaba a media altura.

Fuente: Vanity Fair USA

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