De acuerdo con el joven en la empresa de café en la que labora tiene que asistir al menos 25 horas por semana, a veces sábados y domingos.
Su mayor queja es que tiene que atender a muchos clientes y son pocos los trabajadores.
Llevo tres horas y media en mi turno. Hay tantos clientes y tenemos cuatro personas en el piso todo el día”, dijo mientras lloraba.
De igual forma, explotó contra los gerentes, a quienes acusó de no preocuparse por el negocio y no ayudarlos con sus deberes.
Su publicación causó polémica, pues mientras algunos se burlaron de él, otros señalaron que entienden su frustración y que en muchas ocasiones las condiciones laborales no son las mejores.
Fuente y foto: Excélsior