Hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció que hallaron una «cabeza humana» que podría representar a la de un guerrero representando al Dios maya Kukulcán en la zona arqueológica de Chichén Itzá, Yucatán.
Durante la conferencia mañanera en Palacio Nacional, el titular del IHAN, Diego Prieto Hernández, informó que el descubrimiento que se hizo en el conjunto Casa Colorada de Chichén Itzá, la cual es nombrada por la Unesco Patrimonio Mundial.
A través de un comunicado emitido durante la tarde se especifica que ceñido con un yelmo de serpiente con las fauces abiertas y un tocado de plumas, el rostro esculpido de un guerrero emergió durante las excavaciones que se efectúan con recursos del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), en el llamado Templo 6 de Maudslay, perteneciente al conjunto Casa Colorada de Chichén Itzá.
Es el más reciente descubrimiento en “la ciudad al borde del pozo de los itzáes”, significado del nombre del sitio en lengua maya.
«Es una cabeza humana, cómo ustedes saben se acostumbraba a representar a los guerreros con un tocado, en este caso vemos una figura de serpiente de la que sale el rostro de este personaje y un tocado de pluma, aludiendo a la representación de Kukulcán, la serpiente emplumada de los mayas», expresó Diego Prieto durante la mañana.
Prieto Hernández sostuvo que el hallazgo del citado rostro antropomorfo, en la Zona Arqueológica de Chichén Itzá, es muestra de ese contacto que los mayas de hoy pueden tener con su pasado. Refirió que el elemento prehispánico, el cual debió formar parte de un diseño escultórico mayor, fue encontrado como parte del relleno constructivo, en el lado este del basamento del Templo 6 de Maudslay (Estructura 3C11), llamado así en alusión al explorador británico.
Las tareas, lideradas por el proyecto arqueológico de Chichén Itzá, permitieron recuperar la pieza de 33 centímetros de alto, 28 centímetros de ancho y 22 de profundidad que, a pesar de estar fracturada, destaca por presentar un buen estado de conservación. Gracias a ello, se puede deducir que sus parámetros escultóricos concuerdan con los utilizados en las épocas más tempranas de la ciudad maya.