Magaly Guadalupe Centeno Tun no recuerda cuándo empezó a trenzar canastas, pero tiene muy presente la emoción de verlas terminadas, en manos de su mamá, María Tun Uicab, y con apenas seis años de edad, ella, su hermano Jesús y su primo Santiago Kin Tun son herederos de un legado familiar, el tejido de huano, que compartieron con más jóvenes artesanos en el Encuentro Nacional de Saberes Locales (ENSL).
“Nunca esperé que mis hijos llegaran a dar a conocer lo que nosotros hacemos y me siento muy orgullosa, muy contenta de que puedan hacerlo, lo sepan hacer, de que realmente están aprendiendo la tradición que nosotros tenemos, porque se ha ido perdiendo demasiado”, dijo María Tun Uicab, antes de iniciar la transmisión en línea, en la que participantes de 27 estados de la República Mexicana y Puerto Rico, país invitado, conocieron la belleza de estos productos de Halachó.
Al felicitar a las y los pequeños representantes de Yucatán, la titular de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), Loreto Villanueva Trujillo, reconoció lo valioso de que, a través de la convivencia familiar, se preserve una actividad que pone al estado en el mapa cultural, al tiempo de fomentar la responsabilidad, creatividad y orgullo por nuestro origen.
“Es un gusto conocerlos y saber que todo lo que han aprendido de sus abuelos, de sus papás, lo van a mostrar en este Encuentro; seguramente, no muchos niños de su escuela saben realizar estas canastas y es un privilegio que ustedes mantengan esas ganas por seguir la tradición de elaborarlas”, platicó.
Magaly, Jesús y Santiago entrelazan las tiras de huano, unas de color natural, otras con tonos vivos, como rosa, rojo y morado; la vista sigue a las manos en los primeros movimientos y, luego, se despega para continuar la conversación, sin parar la maravillosa labor del tejido; así, con orgullo y amor, Jesús habla de la primera vez que sintió el deseo de dar forma a las imágenes que estaban en su mente.
“Una vez, vi que mi mamá hizo una jirafa muy bonita, amarilla, grande, y pensé: ‘Yo quiero hacer muchas cosas’; un día, hubo un pedido grande, me dijo mi mamá que yo le ayude y así aprendí a enmarañar. Cuando veo que acabamos un trabajo, me da alegría, porque vi cómo se hizo y cuánto tiempo tardó en hacerlo; me gusta que la gente lleve lo que yo hago”, expresó, durante la reunión con la funcionaria y el director de Desarrollo Cultural, Saúl Villa Walls.
En Halachó la familia Tun es conocida por elaborar, desde hace muchos años, canastas y un sinfín de artículos con la palma de huano; actualmente, la abuela de estos infantes, doña María, ha iniciado la enseñanza a la sexta generación de artesanos e impulsa el interés en mantener la actividad, que ha motivado poemas y jaranas, referente para el turismo local y extranjero.
“El vuelo de las palmas” fue el título de la intervención de Magaly, Jesús y Santiago en el ENSL, el cual reunió a 120 niñas, niños y adolescentes de distintas latitudes, en seis mesas de diálogo sobre música, danza, alfarería, gastronomía, herbolaria y medicina tradicional, tejido con fibras naturales, agricultura, escritura, textiles, festividades, idiomas y laudería.
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