Un granjero ha transformado extensos campos de arroz de Tailandia en impresionantes obras de arte. Plantando ciertas variedades de esa planta, con hojas de distintos colores y en lugares específicos, ha logrado plasmar enormes imágenes de gatitos.
De esta manera Tanyapong Jaikham y sus trabajadores han logrado un proceso que se basa en plantar ciertas variedades de arroz utilizando coordenadas de un boceto creado con un GPS.
A medida que va creciendo, el arroz cambia de color y ofrece el efecto y la tonalidad deseada. En la etapa final de la cosecha se obtiene ‘el retrato’, cuenta Jaikham, subrayando que es «crucial» plantar con «precisión».