Un eclipse lunar que duró más de tres horas, el más largo desde 1440, se vio esta madrugada en América del Norte y gran parte de Sudamérica, en donde la superficie visible de la Luna se oscureció en un 99,1%.
También fue visible desde partes del noreste de Asia, Polinesia y el este de Australia, pero no desde Europa ni África, según informó la NASA en su sitio web dedicado al satélite de la Tierra.
El fenómeno comenzó a las 4:19 (GMT) cuando la luna entre en la sombra de la Tierra, consignó la agencia AFP.
Para los observadores terrestres, el disco lunar dio la impresión de ser mordisqueado lentamente.
El eclipse tuvo una duración total de 3 horas, 28 minutos y 23 segundos y fue el más largo desde el 18 de febrero de 1440, que había durado 23 segundos más.
Nuestro satélite natural se encuentra a la sombra de la Tierra, lo que lo oculta a la vista. Si la alineación no es perfecta, el eclipse no es total.
A las 5:45, más del 95% del disco lunar estuvo en la sombra y la luna adquirió un tono rojizo a medida que la atmósfera de la Tierra desviaba los rayos rojos de la luz solar hacia el interior de su cono de sombra.
Este fenómeno fue más visible durante el pico del eclipse, a las 6.03 del horario GMT (Greenwich Mean Time). A las 7:47, la luna volvió a ser visible en su totalidad.
Según la NASA, será necesario esperar hasta el 8 de febrero de 2669 para presenciar un eclipse parcial de mayor duración (3 horas 30 minutos) que el de este viernes, pero se espera un eclipse total en menos de un año, el 8 de noviembre de 2022, que durará 3 horas 40 minutos.
El espectáculo se pudo ver a simple vista sin ningún peligro, a diferencia de los eclipses solares.
Binoculares, anteojos y telescopios permitieron disfrutarlo aún más, aunque hubo ciudades de algunos países que el cielo no estuvo lo suficientemente despejado.
Fuente: Télam / Fotos: AFP / EFE