Después de tres años de burocracia judicial, comunidades indígenas, campesinas, urbanas y costeras de la Península de Yucatán obtuvieron del Juzgado Primero de Distrito, radicado en Mérida, una suspensión definitiva que ordena frenar la tala o desmonte de arbolado y vegetación en los Tramos 3, 4, 5 Norte y 6, del megaproyecto Tren Maya.
Sin embargo, la zona hoy en día esta prácticamente deforestada aunque no tuviera las autorizaciones de cambio de uso de suelo en terrenos forestales.
Esta suspensión corresponde a uno de los amparos promovidos por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) en representación de dichas comunidades y organizaciones, en julio del 2020, frente a las afectaciones provocadas por los trabajos que, en esa época, iniciaron sin estudios, ni autorizaciones de impacto ambiental.