
Un equipo científico internacional descubre un entorno marino único creado por el impacto del asteroide Chicxulub, hace 66 millones de años.
La rápida recuperación de la vida en el Golfo de México fue impulsada por gigantescas fuentes hidrotermales submarinas, asociadas al cráter de impacto.
La revista Nature Communications publica el hallazgo del equipo en el que han participado micropaleontólogos de la Universidad de Zaragoza.
Este trabajo está encabezado por la geoquímica Honami Sato (Universidad de Ky?sh?, Japón) y, entre otros autores, participan los micropaleontólogos Ignacio Arenillas, José Antonio Arz y Vicente Gilabert del Departamento de Ciencias de la Tierra-IUCA de la Universidad de Zaragoza.
Las investigaciones realizadas han revelado que el antiguo Golfo de México se convirtió, tras el impacto de Chicxulub, en un mar semicerrado sometido a una intensa actividad hidrotermal ligada a las importantes fracturas del terreno generadas por la colisión. Como consecuencia, afloraron desde el subsuelo fluidos calientes ricos en nutrientes metálicos disueltos, que estimularon el crecimiento del fitoplancton bacteriano y la rápida recuperación del ecosistema.
Fuente: Universidad de Zaragoza