Por segundo año consecutivo fue captado el ascenso de Kukulcán en la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Así, el incansable «movimiento solar» que cautivó a nuestros antepasados, lo dejan plasmados en la majestuosa construcción del Castillo que con su simetría perfectamente calculada enseña no solo el descenso sino el ascenso de la deidad maya.
El fenómeno arqueoastronómico se observa en el lado al contrario del fenómeno del Equinoccio donde se puede apreciar el descenso que anuncia la llegada de la primavera.
El espectáculo ocurrió ayer y se aprecia cuando los primeros rayos del Sol llegan a la alfarda Sur-Este, su efecto es “contrario” de la luz.
“Kukulcán asciende del inframundo por la mañana y desciende por la tarde”, comentó José Antonio Keb Cetina, custodio en Chichén Itzá.
Explicó que la diferencia con el ascenso es que los triángulos se forman de la cabeza a la cola.
