Directivos de la empresa Bimbo reconocieron en el pasado que los niveles inflacionarios son más altos de los que la compañía esperaba, lo que ha presionado los márgenes de la compañía.
La panificadora puso en marcha diversas estrategias para aminorar el coletazo de la inflación, por ejemplo, elevó las coberturas de materias primas de 70% al cierre de 2021a 85% en el primer trimestre de 2022. Pero el margen de maniobra se ha ido reduciendo debido a la volatilidad generada en el mercado de commodities, principalmente el trigo, debido a la guerra entre Rusia y Ucrania.
Pese a ello, la empresa se sumó a principios de mayo al plan del presidente Andres Manuel López Obrador que busca mitigar una escalada en el precio de algunos productos básicos y negoció mantener el precio de la barra de pan blanco durante seis meses.
Esta presentación, sin embargo, no está entre las más buscadas, al menos en las pequeñas tiendas de abarrotes. «De cada 10 barras de pan que se venden, ocho son de otra línea, como integral o multigrano, y solo dos de plan blanco”, detalló en entrevista Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
Debido a esto, Tabla Negrete asegura que los ajustes en los precios hechos por Bimbo en lo que va del año, siendo el más reciente en el mes de abril de 2022, han afectado sus ventas.
En México, el consumo promedio de pan por persona es de 33.5 kilos, de los cuales entre el 70% y el 75% es de pan blanco, de acuerdo con los últimos datos de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México (Canainpa).
Bimbo no es la única empresa que ha decidido ajustar el precio de sus productos para hacer frente a la inflación. En junio, Coca-Cola FEMSA, la embotelladora más grande de la refresquera en América Latina, también entregó a los comercios una lista de precios actualizada que refleja incrementos de entre uno y dos pesos en su portafolio de productos, que incluye las marcas Coca-Cola, Ciel y Del Valle.
Fuente y foto: Expansión
