Llegó la temporada festiva de fin de año a la Casa Blanca, con un evento en que el presidente Joe Biden simbólicamente “perdonó” a un pavo del Día de Acción de Gracias, la llegada del árbol de Navidad oficial y una cena para los soldados en una base militar.
Las festividades se dan luego de un ajetreado fin de semana para la familia presidencial y un resultado electoral donde al Partido Demócrata de Biden le fue mejor de lo esperado. Los demócratas se quedaron con el control del Senado y si bien los republicanos tomaron la Cámara de Representantes, fue por estrecha mayoría.
Biden y su esposa Jill partirán de Washington el martes para pasar el Día de Acción de Gracias en la isla de Nantucket en Massachusetts, como hacen todos los años. Este fin de semana tuvieron la boda de su nieta Naomi Biden en la Casa Blanca el sábado y luego un brunch el domingo para festejar los 80 años del mandatario.
Por segunda vez, Biden participó en el tradicional indulto a unos pavos que iban a ser sacrificados para la cena del Día de Acción de Gracias.
Ante una multitud de cientos de personas en el Jardín Sur de la Casa Blanca, Biden bromeó un poco, antes de enseriarse y pedir a todos los ciudadanos a vacunarse contra COVID-19 antes de las fiestas, reflexionar y “estar agradecidos por lo que tenemos”.
“Este es un momento especial en el mejor país del mundo, así que demos las gracias”, expresó el mandatario.
Los pavos, llamados “Chocolate” y “Chip” y cada uno de un peso cercano a los 23 kilos (50 libras) fueron llevados a Washington el sábado procedentes de Carolina del Norte y pernoctaron en el Hotel Willard, cerca de la Casa Blanca, antes de la ceremonia del lunes.
Por su parte, Jill Biden recibió el envío del árbol de navidad oficial de la Casa Blanca.
El árbol de 5,5 metros (18 pies) proviene de Pensilvania, el estado donde se crio la primera dama.
Grupos de voluntarios llegaron el lunes a la mansión presidencial a fin de ayudar a decorarla para las Navidades.
Fuente y foto: AP