Internacional

Países árabes amenazan con tomar medidas contra Netflix por contenidos inmorales

​Netflix vuelve a encontrarse en el punto de mira de múltiples países árabes. En los últimos días, las monarquías del golfo Pérsico y Egipto han reclamado a la plataforma estadounidense que retire contenidos que consideran ofensivos y que violan los principios y los valores islámicos y de sus sociedades, en el que representa su último intento para ejercer un mayor control sobre las producciones que se emiten en sus estados.

Los primeros en lanzar una advertencia fueron Arabia Saudí y el Consejo de Cooperación del Golfo, formado por el anterior país, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Kuwait, Baréin y Omán. En un comunicado conjunto emitido el martes, la Comisión General Saudí de Medios Audiovisuales y el Comité de Oficiales de Medios Electrónicos de la alianza de países del Golfo solicitaron a Netflix que retire el contenido que, a su criterio, viola sus normas y valores sociales y religiosos, además de vulnerar sus regulaciones de medios.

Aunque el escrito no detalla el supuesto “contenido infractor”, sí que nota que este incluye producciones dirigidas a niños, y advierte que los países firmantes adoptarán “las medidas legales necesarias” contra la plataforma si los continúa ofreciendo en el futuro.

Siguiendo los pasos de sus aliados regionales, el organismo regulador de medios egipcio emitió el miércoles un breve comunicado en el que anunció la adopción de un conjunto de nuevos marcos regulatorios y de licencias para plataformas como Netflix y Disney a fin de garantizar su adherencia a “las normas y valores sociales del Estado”. En su caso, el órgano egipcio evitó hacer referencias a principios islámicos, pero también anticipó que “tomará las medidas necesarias” contra las anteriores empresas si siguen ofreciendo “contenido que entre en conflicto con los valores de la sociedad”, que tampoco definió.

El comunicado se emitió poco después de que la ministra de Cultura del país, Nevine El Kilany, se reuniera con el embajador saudí en El Cairo, Osama bin Ahmed Naqli, y exploraran vías para intensificar su cooperación en actividades culturales y creativas.

En los últimos años, tanto los países del Golfo como Egipto han desafiado en múltiples ocasiones a Netflix y a otras distribuidoras de contenido audiovisual de Estados Unidos, sobre todo por producciones que incluyen personajes homosexuales y dirigidas al público infantil. Aunque algunos de estos países, como Arabia Saudí y Egipto, han lanzado sus propios servicios de streaming para tratar de hacerles sombra, plataformas como Netflix cuentan con un gran número de suscriptores en la región. Y su entrada con fuerza en la zona, aunque no sea de forma intencionada, ha abierto la puerta a sortear el control que sus regímenes han ejercido tradicionalmente sobre las producciones audiovisuales.

Poco después de que Arabia Saudí y los estados del Golfo emitieran su comunicado el martes, la televisión estatal del reino del desierto, Al Ikhbariya, publicó un vídeo en el que acusó a Netflix de ser una cobertura para difundir mensajes inmorales que amenazan a los niños. El vídeo de la cadena contenía además fragmentos censurados de la película de dibujos Jurassic World: Campamento Cretácico, en la que aparecen dos chicas adolescentes que se besan, y partes del filme francés Guapis, que cuenta la historia de una niña que cuestiona los valores tradicionales de su familia musulmana cuando se une a un grupo de baile con otras chicas.

En Egipto, las advertencias a Netflix y Disney también han sido aplaudidas en algunos de los programas de televisión más populares.

A principios de este año, la primera película árabe de Netflix, una versión del filme italiano Perfectos desconocidos, ya generó una intensa polémica en Egipto por abordar temas como la homosexualidad, las relaciones extramatrimoniales y el sexo premarital, y recibió duras críticas por parte de los sectores conservadores del país.

En abril, la película Doctor Strange en el multiverso de la locura, de Marvel, también fue prohibida en los cines de algunos países de la región por incluir un personaje gay. Y en junio, 14 países prohibieron el estreno de la película Lightyear tras la negativa de Disney a eliminar un beso lésbico.

Fuente y foto: El País

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