
Cada 3 de mayo se celebra el Día de la Santa Cruz, una tradición muy arraigada entre los trabajadores de la construcción.
En esta fecha, albañiles colocan una cruz de madera decorada con flores y papel de colores en lo alto de la obra, previamente bendecida en la iglesia, como muestra de gratitud por su trabajo.
La jornada se acompaña de festejos con comida y bebida, muchas veces ofrecidos por el contratista o el dueño de la obra.