
Mucha gente me llama: «niño fajardo», «mata venados», «cara de niño» o «madre de alacrán», aunque parezco una araña o un alacrán, soy más bien un pariente muy cercano a ellos, sólo que sin veneno.
Tengo un rol muy importante en el medioambiente, ya que ayudamos al crecimiento de las plantas, gracias a que removemos la tierra, oxigenando el suelo. Si me encuentras en las noches «no me m@t3s», sólo busco alimento y un lugar seguro para ocultarme.