Un grupo de científicos advierte de que virus que han permanecido congelados en el permafrost del Ártico durante miles de años podrían ser liberados a consecuencia del calentamiento global, generando el riesgo de brotes de enfermedades desconocidas.
El permafrost, que cubre una quinta parte de la superficie del hemisferio norte, está formado por suelo que se mantiene a una temperatura que ronda los ceros grados centígrados durante un largo período de tiempo, algunas capas durante cientos de miles de años, como han revelado recientes investigaciones.
De acuerdo con estimaciones, la región se está calentando cuatro veces más rápido que el resto del planeta y el permafrost podría contener enfermedades que padecieron nuestros ancestros o virus tan antiguos, conocidos como ‘virus zombi’, que nunca han impactado a nuestra especie.
Los investigadores apuntaron que «El peligro proviene de otro impacto del calentamiento global: la desaparición del hielo marino del Ártico».