El Baile de las Cintas llegó a Yucatán con los inmigrantes austro-húngaros quienes llegaron aquí durante el gobierno de Maximiliano.
Ese baile de origen europeo se inició en Bavaria en el siglo XIV con el nombre de Maiphahl (Palo de Mayo), es una de las cartas de presentación de Yucatán ante el mundo,
Los jaraneros yucatecos se han encargado de hacer de ese baile propio, ejecutándolo con gracia y casi religiosamente en sus vaquerías, las típicas fiestas del lugar.
El palo, que suele utilizar es de ceiba, tiene aproximadamente 5 metros de alto y hay un bailarín que lo sostiene y que no participa del círculo danzante.
De ese mástil penden las cintas coloridas, que son entre 10 y 12, y los bailarines que las sujetan irán realizando sus pasos de baile con la finalidad de dejar como resultado algo más que la diversión y admiración del público: un tejido colorido, que intercale los colores de las cintas.
Es magna obra de arte se ve complementada con unas hermosas y grandes flores que se encuentran de antemano ubicadas en lo alto del palo todo un espectáculo regional que puedan alegra el espíritu de los que lo observan.