Ciencia y tecnología

Un modelo 3D de Inteligencia Artificial desarrollada por la empresa de telecomunicaciones Toll Free Forwarding predijo cómo se verá el ser humano en el año 3000

Un modelo 3D de Inteligencia Artificial desarrollada por la empresa de telecomunicaciones Toll Free Forwarding predijo cómo se verá el ser humano en el año 3000.

Las personas tendrán joroba, cuello encogido, mano de garra, codo en ángulo de 90 grados, un segundo párpado, un cráneo más grueso y un cerebro más pequeño, como consecuencia del uso de las nuevas tecnologías.

El objetivo de la empresa era desvelar cómo afectarán el uso de teléfonos móviles, computadoras y otros dispositivos en el cuerpo.

Toll Free Forwarding, se basó en investigaciones anteriores para crear a Mindy, un modelo elaborado con tecnología 3D que tiene las características antes mencionadas.

El estudio detalló que una de las primeras características es que el ser humano tendrá una joroba, a la que llamaron “cuello tecnológico”, debido a los malos hábitos de los usuarios en el uso diario de los objetos tecnológicos contemporáneos.

De acuerdo con el reporte que consultó a un especialista en bienestar, estos hábitos “tienen un impacto significativo en la forma en que nos sentamos y nos paramos. Mirar hacia abajo a nuestro teléfono o hacia arriba en la pantalla de nuestra oficina tensa partes del cuerpo que determinan la postura”.

Además, explicó que, por el exceso y la manera de usar los teléfonos celulares, en mil años las manos de las personas tendrán la forma de una garra cerrada.

De acuerdo con el testimonio de la especialista Nikola Djodjevic, el estudio se relacionó con el actual síndrome del túnel carpiano, que tiene entre sus posibles causas la “sujeción” del teléfono.

Mindy tiene los codos doblados en un ángulo de 90 grados, debido a que, en general, el humano inclina su cabeza y levanta el brazo para leer su celular.

Un especialista citado en el estudio explicó que “mantener el codo doblado durante mucho tiempo, la mayoría de las veces mientras se sostiene el teléfono, puede estirar el nervio detrás del codo y ejercer presión sobre él.

Otras de las características destacadas será que el grueso del cráneo se expandirá debido a la radiación emitida por los celulares, pero este punto es el más controvertido porque no se ha demostrado que la leve radiación emitida por los teléfonos afecte al ser humano.

Otra predicción del estudio se refirió a la aparición de un segundo párpado por el uso excesivo de pantallas que pueden provocar dolor de cabeza o fatiga visual.

Para apoyar lo anterior, citó una hipótesis de Kasun Ratnayake, de la Universidad de Toledo, en Estados Unidos, quien señaló que “los humanos pueden desarrollar un párpado interno más grande para evitar la exposición a la luz excesiva, o el cristalino del ojo puede desarrollarse evolutivamente de modo que bloquee la luz azul entrante, pero no otras luces de alta longitud de onda como el verde, amarillo o rojo”.

También, el diagnóstico del estudio indicó que por la exposición a la tecnología cambiará el tamaño del cuerpo y del cerebro. Para fundamentar su hipótesis citó la teoría de la idiocracia y artículos sobre cómo el cerebro humano se ha encogido durante la evolución humana y por eso, señaló que eso podría extenderse al resto del cuerpo, pues la supervivencia no depende en exclusiva a la fortaleza física.
Fuente y foto: Proceso

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