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Dan prisión domiciliaria a Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de jefes”

​El narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo, El Jefe de Jefes, fue notificado que abandonará el penal de Puente Grande, Jalisco, porque un juez federal le concedió la prisión domiciliaria.

Félix Gallardo cumple una sentencia de 37 años de prisión, pero debido a su precario estado de salud se determinó que el resto de su condena lo enfrente en casa. Él está preso desde 1989.

Sin embargo, al capo deberá colocársele un geolocalizador para salir de prisión, trámite que se realiza en la Dirección de Reinserción Social del Estado de Jalisco.

En marzo de este año, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dejó firme la sentencia dictada en su contra, porque rechazó estudiar el recurso de revisión que interpuso.

La presidencia de la Corte desechó el amparo directo en revisión porque se presentó después de la reforma judicial, y porque el caso no reviste “un interés excepcional en materia constitucional o de derechos humanos”.

En enero del presente año, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal resolvió no amparar a Félix Gallardo quien pretendía revertir la condena que se le dictó. Los magistrados consideraron que los delitos estaban demostrados, además que “ya era cosa juzgada”.

Los magistrados del tribunal ordenaron sólo dar vista a la Fiscalía General de la República (FGR) para que investigue la denuncia del capo, quien aseguró que tras su detención en la década de los 80 fue víctima de tortura por parte de los agentes que lo capturaron.

“De modo tal que este órgano jurisdiccional estima procedente dar vista al Ministerio Público de la Federación adscrito a este Tribunal Colegiado con las referidas manifestaciones; lo anterior, para que la autoridad ministerial determine lo que a su representación social corresponda”, señalaron.

En los últimos meses, el capo sufrió otros reveses judiciales. Por ejemplo, en octubre pasado, un juez federal le negó un amparo con el cual pretendía evitar que se le obligue a pagar 20 millones 810 mil pesos a las familias del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar, y a la del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, por concepto de reparación del daño por el homicidio de estas personas en 1985.

Fuente: Milenio

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