Este 17 de agosto, en México se celebra el Día Nacional de la Abeja. Es una fecha muy importante, ya que este insecto es fundamental en el correcto funcionamiento de los ecosistemas, por lo que hay que cuidarla.
Cuando se habla de abejas, se piensa que sólo en la productora de miel, sin embargo, existen actualmente más de 20 mil especies de acuerdo con estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México.
“De las veinte mil especies de abejas que hay en el mundo, alrededor de cuatro por ciento son sociales, es decir, viven en compañía de otros miembros de su especie con los que cooperan cuidando los hijos, proveyendo el alimento y demás”, explicó Ismael Hinojosa, del Instituto de Biología de la UNAM a la Gaceta de la máxima casa de estudios del país.
“En general, cuando uno menciona abejas, lo primero que viene a la cabeza de la gente son las abejas de la miel porque son de las únicas de las que se tiene información: que visitan las flores para obtener néctar y polen, que viven en colonias en las que habitan miles de individuos, que hay una abeja reina y obreras que producen la miel, cuyo piquete es doloroso y que mueren después de picar, etcétera”, añadió.
Según los especialistas, una colmena es la vivienda de una colonia de abejas, la cual puede llegar a tener hasta 80 mil individuos y está constituida por tres estratos sociales: obreras, zánganos y abeja reina.
Esa clasificación tiene una razón de ser bastante poderosa: las abejas son organizadas y cada una cumple un rol para que su comunidad funciones.
Por ejemplo, los zánganos son fácilmente identificables debido a que su tamaño es mayor comparado con el resto. Sus ojos son bastante grandes, y se encuentran ubicados en la parte superior de la cabeza; su abdomen es largo y grueso y no tienen aguijón. Su periodo de vida es de aproximadamente tres meses.
Su función es la fecundación de la reina y continuidad de la especie. Es tan sencillo como explicar que sin los zánganos, las abejas no existirían.
Las obreras son las encargadas de producir la miel y la abeja reina, que es la única fértil en la colmena, tiene dos funciones: poner huevos para mantener o incrementar el número de individuos asegurando el recambio generacional, y mediante la producción de feromonas, que suelen ser distribuidas por las obreras, mantener la cohesión de la colonia.
De acuerdo con Ismael Hinojosa, la importancia de las abejas en el mundo es tal que sin éstas habría una crisis alimentaria sin precedentes. El especialista del Instituto de Biología de la UNAM señala que lo de menos sería la miel, porque hay fuentes endulzantes de distintos orígenes. El problema sería que sin estos insectos, no habría cosechas, pues intervienen en el proceso polinizador que permite el crecimiento de plantas.
“Si por alguna catástrofe careciéramos de la aportación polinizadora de las abejas, entonces tendríamos un problema muy grave porque se interrumpirían los ciclos reproductivos de muchísimas plantas, de bosques, de los campos, de los prados… de plantas que pensamos que no nos van a afectar, pero que al faltar habría una desastrosa cadena ecológica porque no se producirían muchas plantas que son alimento de algunos animales que a su vez afectarían a otros”, dice Hinojosa.
Cifras oficiales del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), señalan que la producción de miel fue de 51 mil 66 toneladas, con un valor de la producción de 2.19 mil millones de pesos en el país. Los estados donde se produce mayor cantidad de este endulzante natural son Jalisco, Chiapas, Veracruz y Yucatán, que aportaron en conjunto alrededor de 40% de la producción nacional.
México se encuentra entre los 10 principales exportadores de miel en el mundo.
Fuente: AS