En México hay 125 sitios en 23 entidades federativas donde se han usado plaguicidas para diversas actividades productivas.
En este contexto, la Península de Yucatán concentra el 18.4 por ciento de ese total, es decir, 23 lugares que tienen algún nivel de contaminación con este tipo de químicos, región en la que sólo un estado concentra casi el 15 por ciento en todo el país, da a conocer el periódico Por Esto!
Campeche encabeza la lista de las entidades con más sitios identificados por posible contaminación ambiental por uso de sustancias químicas utilizadas para control, prevención y destrucción de plagas, que afectan especialmente las plantaciones agrícolas, de acuerdo con el Diagnóstico Sobre la Contaminación por Plaguicidas en Agua Superficial, Agua Subterránea y Suelo, realizado en el 2019 por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), a solicitud de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En el caso de Yucatán y Quintana Roo, concentran el 4 por ciento del inventario de sitios reportados a nivel nacional; se contabilizan dos y tres sitios, respectivamente.
La empresa trasnacional Monsanto obtuvo un amparo emitido por el Juez Sexto de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, así lo dio a conocer la Semarnat.
En ese sentido, la autoridad ambiental expuso que lo anterior “sólo beneficia a una empresa privada transnacional y no tomó en cuenta el perjuicio a la salud de los mexicanos por el uso de este herbicida, lo cual está demostrado en investigaciones médicas y científicas”. Por tanto, la Secretaría buscará impugnar el amparo a través de un recurso de revisión.
De esta manera, los expertos encontraron que en 23 entidades hay al menos 41 reportes de posible contaminación con plaguicidas en agua: 33 para cuerpos superficiales y ocho subterráneos, analizados en 56 y 26 sitios, respectivamente. Además, también se integraron otros 19 estudios para suelos en 43 lugares.
16 productos peligrosos
Los plaguicidas son sustancias diseñadas para controlar y destruir grupos específicos de organismos considerados como plagas; químicos que son moléculas que se caracterizan por ser tóxicos con otros seres vivos. “Por este motivo, deben estar sujetos a una regulación estrecha, que busque minimizar los riesgos que se puedan derivar de su manejo, sin afectar las actividades productivas”, comenta la autoridad ambiental.
En ese sentido, determinar la magnitud de la contaminación del agua y el suelo por pesticidas “resulta esencial para dimensionar otros impactos asociados entre los que se incluyen los daños en la salud humana y de otras especies, el deterioro de los ecosistemas y los servicios ambientales que brindan, así como la pérdida de biodiversidad”, explica la Semarnat.
Fuente: Por Esto