La empresa Productora Alimentaria Porcícola (PAPO) habría enterrado uno de los cenotes de Homún y dañado otros dos, con tal de conseguir la instalación de su granja productora de cerdos en el municipio, denunció uno de los coordinadores de la organización Guardianes de los Cenotes (Kanan ts’ono’ot), Clemente Chan May.
Señaló que los cuerpos de agua dañados, que se encuentran dentro del predio de PAPO, ubicado dentro de la Reserva Geohidrológica Anillo de Cenotes, corren riesgo de acabar en las mismas condiciones que el primero o incluso terminar totalmente contaminados, informa el periódico La Verdad Yucatán.
Se tratan de los cenotes Akulá y Polobán, los cuales se encuentran a poco más de un kilómetro del criadero de Kekén, que se encuentra suspendido gracias a la resolución de un juez federal.
El activista aseguró que fue en 2017, cuando trabajadores al servicio de PAPO se encargaron de enterrar el primer cenote, utilizando piedras para “embutirlo” y posteriormente lo taparon con cemento, para que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) no se dieran cuenta y autorizaran su funcionamiento.
PAPO se encuentra suspendida por orden del Juez Segundo de Distrito, quien a mediados de abril de 2022 le dio la razón a los pobladores de Homún, debido a que esta empresa se instaló en una zona altamente vulnerable, en medio de irregularidades y engaños.
La granja porcícola de Homún, con capacidad de engordar 49 mil cerdos por año, recibió el visto bueno de la entonces Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), en el 2017, año en que inició su construcción a pesar de la postura contraria de los homunenses.
La granja filial de Kekén solamente operó por cuatro meses, ya que grupos defensores de los derechos humanos y al ambiente sano, promovieron recursos judiciales contra la operación de PAPO, mismos que concluyeron en la suspensión definitiva de la productora, durante el tiempo que dure el litigio en su contra.