Los girasoles son especialmente queridos en Ucrania, donde los campos dorados de ellos miran hacia el amanecer en el este. Son la flor nacional y en el imaginario popular representan el calor y el poder del sol. Ahora, más que nunca, su simbolismo cobra relevancia en esta parte de Europa.
Los girasoles llegaron en el siglo XVI a Ucrania gracias a los esfuerzos de los primeros exploradores de América del Norte, donde era uno de los pocos cultivos alimentarios nativos (junto con la calabaza, los arándanos y las nueces).
Las semillas se trajeron de vuelta al viejo mundo y se descubrió que crecían bien en lugares cálidos y secos con suelos ricos, como las regiones de la “Tierra Negra” de Ucrania.
Foto: PexelsEl hecho de que Ucrania sea uno de los mayores productores y exportadores de semillas de girasol y aceite de girasol del mundo es gracias a la Iglesia Ortodoxa, pues, durante la Cuaresma, se suponía que los creyentes no debían usar mantequilla o manteca de cerdo para cocinar.
Dado que el aceite de girasol llegó bastante recientemente, no hubo restricciones específicas sobre su uso. El cultivo del girasol despegó. En el siglo XIX, había grandes campos de ellos en toda Ucrania y partes occidentales de Rusia, y la gente masticaba las semillas y escupía las cáscaras.
Hasta la fecha son muy populares. Incluso tienen su propia versión de un postre llamado Halva en el que, a diferencia de la receta original con ajonjolí, ellos le ponen girasol.
En Ucrania, las flores son altamente veneradas por la población. Las flores llenan los patios de las casas de las aldeas y se tejen en coronas (venki) para que las niñas las usen en las celebraciones.
Las flores están bordadas en telas y pintadas en paredes, muebles de madera y artículos para el hogar en un arte popular llamado petrykivka, agregado a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
Foto: PexelsNo obstante, de todas estas plantas, las más preciadas son los girasoles, pues son todo un beneficio económico para Ucrania. Son el país líder en exportar aceite de girasol en todo el mundo al concentrar más de la mitad de las exportaciones en el planeta.
Además, los girasoles también ayudan a limpiar la tierra de desechos nucleares. Precisamente, los plantados en Ucrania han ayudado a eliminar una gran cantidad del plomo, arsénico y uranio.
El girasol representa el compromiso de Ucrania de nunca tener armas nucleares, al haber sido a principios de los 90 el símbolo de la ceremonia entre los secretarios de defensa de Estados Unidos, Rusia y Ucrania, quienes firmaron este compromiso sembrando tres girasoles en la tierra negra.
Con información de Mircorp / Foto: Pexels
