Es posible que no te entusiasme que los cubrebocas sean ya parte de la vida diaria, a causa de la crisis sanitaria del coronavirus, pero pronto podrían ser útiles para algo más que proteger a los demás y a ti mismo.
Investigadores de la Universidad Northwestern (incluido el creador de Game Boy sin batería, Josiah Hester) han desarrollado un sensor de máscara facial llamado «FaceBit» el cual es capaz de rastrear una amplia gama de datos de salud desde el interior de un cubrebocas N95.
La unidad conectada magnéticamente puede medir su ritmo cardíaco usando los movimientos sutiles de la cabeza del bombeo de sangre y puede detectar fugas o un mal ajuste al buscar caídas repentinas en la resistencia del cubrebocas.
Esas medidas, a su vez, pueden ayudar al sensor a detectar una gran cantidad de otras condiciones. Los datos del corazón y de la respiración pueden indicarte cuándo estás estresado y necesitas un descanso.
La información captada por el sensor se transmitirá de forma inalámbrica a una aplicación móvil que registrará la salud del usuario en tiempo real.
Y aunque el sensor no reemplazará una prueba de ajuste N95 (para verificar un sellado adecuado), es lo suficientemente capaz como para ayudarte a mantener ese ajuste durante el transcurso de un largo día.
Es posible que tampoco tengas que cargar el sensor. Si bien hay una batería en el prototipo, el sensor usa la fuerza de la respiración, el calor, el movimiento y el sol para extender la vida útil de la máscara hasta 11 días.
Asimismo, Hester señaló que, eventualmente quiere se espera que el cubrebocas no use baterías.
“Queríamos diseñar una máscara facial inteligente para los profesionales de la salud que no tuviera que enchufarse de manera inconveniente durante la mitad de un turno”, dijo Josiah Hester, desarrollador del dispositivo. El ingeniero agregó: “aumentamos la energía de la batería con la recolección de energía de varias fuentes, lo que significa que puede usar la máscara durante una semana o dos sin tener que cargar o reemplazar la batería”.
FaceBit deberá pasar por ensayos clínicos y otras pruebas antes de que esté listo para su uso en el mundo real. Sin embargo, el equipo de Hester ya ha lanzado el código y el hardware del proyecto al público para ayudar a otros a construirlo y verificarlo.
Si bien es probable que no compres uno de estos para uso personal, podría ser crucial para los hospitales ansiosos por mantener a los trabajadores seguros y evitar el agotamiento durante turnos largos.
Fuente: El Universal