“Mi vida ha sido difícil porque de chiquita me hacían bullying”, expresa Adhara Maité Pérez, una niña originaria de Tláhuac, Ciudad de México, que a sus 10 años estudia dos carreras profesionales.
A los tres años fue diagnosticada con síndrome de Asperger, en el espectro autista. Por ello, le costaba trabajo concentrarse y establecer relaciones sociales. Su condición también la expuso al abuso escolar.
Adhara Pérez empezó a recibir un tratamiento con cannabidiol (CBD), un cannabinoide extraído de plantas de marihuana sembradas en comunidades indígenas de Oaxaca, con el apoyo de Oaxaca-Highland.
“Mi sueño es ser astronauta”, dice a Adhara Pérez. Esta pequeña estudia Ingeniería Industrial en Matemáticas en la UNITEC e Ingeniería en Sistemas por el CNCI. Al concluirlas, quiere estudiar Astrofísica para cumplir con su sueño de viajar al espacio exterior.
A causa del abuso escolar y la falta de una educación inclusiva, su madre Nayheli Sánchez Gómez, licenciada en sicología, decidió educarla en casa.
Por recomendación de una siquiatra, Adhara Pérez fue al Centro de Atención al Talento. Ahí descubrieron que es una niña genio, dice su madre, porque obtuvo un IQ de 162. “Eso significa un coeficiente intelectual más alto que Albert Einsten y Stephen Hawking”, explica.
A los cinco años terminó la primaria, a los seis y medio la secundaria y en poco más de un año, la preparatoria. En 2019 fue elegida por la revista Forbes como una de las 100 mujeres más poderosas de México y la Universidad de Arizona le ofreció una beca, pero debido al visado aún no lograr irse a EU.
El CBD en gotas, explica su madre, es una alternativa muy buena para Adhara y lo es para los niños con autismo.
“Estoy muy agradecida con Oaxaca-Highland, le dio la oportunidad de tener patrocinio para lo del cortometraje de la NASA donde Adhara representa a México junto con el astronauta mexicano y la científica mexicana Karla Félix. Nos está ayudando a cumplir los sueños de Adhara y ella promete dejar a México en alto”.
Nayheli Sánchez explica que el tratamiento va de la mano con el desarrollo académico, ya que los niños con autismo tienen tono muscular débil y eso les provoca dolor, además de que no se concentran. Pueden ser muy inteligentes, pero también muy dispersos. Con el CBD, no tienen dolor y se concentran.
“Mi hija representa todo, más que nada me enorgullece. Sé que es una niña muy inteligente, pero sobre todo que no hay una limitante para los niños con discapacidad o con condiciones diferentes; es una condición de vida. Todos los padres deberíamos apoyarlos a lograr sus sueños”, expresa.
Daniel Ramírez López, ingeniero agrónomo, investigador de cannabis e integrante de Oaxaca-Highland, detalla que el cannabidiol cuenta con propiedades medicinales.
Está en auge, dice, porque no tiene efectos sicoactivos y es aceptado por la mayoría de la población que lo necesita.
“El síndrome de Asperger es una de las variaciones del trastorno del espectro autista. El efecto que tiene especialmente en los niños es que les ayuda a tener interacción con los seres humanos. No tiene tanto ese efecto de retracción, fomenta muy bien su interacción social principalmente, ya que ellos tienen esa dificultad para interactuar con las personas”, dice.
Sobre Adhara, comenta que el CBD le ayuda principalmente a tener una mejor relación con la ciencia y las personas, para enfocarse mejor y tener una condición de vida más interactiva.
“Adhara usa CBD desde hace algún tiempo, cuando ya empezaron a tratarla y estamos apoyando porque el CBD que nosotros producimos es de espectro completo y tiene una mejor eficiencia en su medicación. Tiene una característica especial que la hace que tenga un beneficio médico superior a los cannabinoides que venden de manera sintética”, explica.
El investigador puntualiza que el cannabis tiene amplios beneficios médicos, pero la sociedad aún no puede acceder a ellos por las leyes que norman su uso.
“Afortunadamente ya es posible y estos son los primeros pasos para poder ayudar a la sociedad”, apunta.
Fuente y foto: El universal-Juan Carlos Zavala