Oh-uh-oh, imagínate a las sirenas en el Congreso de la Unión legislando. Pues ya no te lo tienes que imaginar, ya sucedió: la cantante Federica Quijano, integrante de la banda noventera Kabah, es ahora diputada federal de la LXV Legislatura por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
El nombre real de Federica es Janine Patricia Quijano Tapia y desde hace algunos meses trabaja activamente con el Partido Verde, primero como vocera y ahora como diputada plurinominal.
El domingo 29 de agosto (ayer) tomó protesta como diputada de la LXV Legislatura.
Pero… ¿cómo pasó de una banda de pop noventera que está en giras del adiós que nunca terminan de despedirse a ser funcionaria pública?
Comenzó desde niña a estudiar música e incluso recibió una beca para hacer un curso en el extranjero, pero estaba muy chiquita y sus papás no la dejaron. Así que a los nueve años entró a una banda sinfónica y tocaba el clarinete, saxofón y trompeta.
Durante su infancia y adolescencia siguió entrándole duro a la música y con la banda sinfónica tuvo presentaciones en distintas ciudades de Estados Unidos, como Miami, San Francisco, Los Ángeles, entre otras.
Comenzó a estudiar la licenciatura en Diseño Industrial, pero no la terminó por dedicarse a la música (Kabah se le atravesó).
Federica comenzó como vocera del Partido Verde y sí, fue parte de los influencers y artistas que hicieron menciones al partido en veda electoral. Por esto, el Verde fue sancionado.
Pues bien, su proselitismo de los últimos seis meses le valió una diputación plurinominal y ayer tomó protesta en el Congreso de la Unión.
Desde hace seis meses, Federica Quijano Tapia inició un canal de YouTube llamado Hablemos en serio, con los colores institucionales del PVEM, en el que entrevista a diferentes personas sobre temas de maternidad, paternidad y crianza de niñas y niños con discapacidad y adopción.
El tema sobre discapacidad le interesa especialmente porque su hijo Sebastián es un niño que vive con autismo; además, tanto el pequeño como su hija mayor, María, fueron adoptadas.
Fuente: Animal Político