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Empleo y créditos a la palabra, objetivo de Ramírez Marín

“La fórmula para recuperar la economía y asegurar que las familias tengan más y mejores ingresos es muy sencilla: generar empleos, empleos y más empleos”, afirmó  el candidato a la alcaldía de Mérida, Jorge Carlos Ramírez Marín.

El aspirante del PRI-PRD recorrió este domingo una de las avenidas más concurridas y de vocación comercial de la colonia Emiliano Zapata II, al sur de la capital,  donde fue recibido con gran ánimo por los locatarios y locatarias, quienes escucharon las propuestas para la reactivación económica que tanto requieren.
Ramírez Marín afirmó que las mujeres  del sur serán las primeras en recibir apoyos, debido a que son muy responsables,  son buenas administradoras y los ingresos que perciben los destinan a sus hijos y a su hogar.

 

En respuesta, los locatarios y locatarias agradecieron la propuesta, ya que hoy para acceder a créditos  y apoyos municipales,  se tienen que enfrentar a trámites engorrosos,  muy tardados y que exigen avales y más requisitos. La mayoría pidió que se confié en la gente, para que juntos,  autoridades y ciudadanos puedan, salir adelante.

 

“Tenemos que apostar por la gente, brindar las herramientas necesarias para que logren nuevos emprendimientos, que se traduzcan en fuentes de empleo. Las micro, pequeñas y medianas empresas son el corazón de la economía de la ciudad, es momento de respaldarlas”, indicó.

Entre aplausos, banderas, música y porras, acompañado por la candidata a diputada del VII Distrito, Alejandra Rivas Escalante, Ramírez Marín presentó sus propuestas en materia de economía a los habitantes del sur, basada en cuatro ejes: generación de empleos, apoyo a pequeños empresarios, créditos a la palabra y reactivación justa y pareja.

Las propuestas fueron bien recibidas por doña Lilia Chan, quien tiene una pequeña frutería, con la cual apoya en la economía de su familia. Sin embargo, durante la pandemia, su negocio fue cerrado por las autoridades municipales, ya que, según manifestó la afectada, le dijeron que “era un foco de contagios”.

De la frutería viven ella y su esposo de 70 años, pero también apoya a su hija y a sus cuatro nietos, por lo que desde el cierre de su pequeño negocio, han vivido meses muy complicados.

“Me clausuraron  porque, según ellos, en mi frutería se  podría contagiar la gente, pero ahora ya abrieron muchos negocios de por aquí, hasta las cantinas y los restaurantes, es más el tianguis de San Roque donde va mucha más gente ya está funcionando y a mí no me dejan trabajar”, aseguró.

Ramírez Marín aseguró que la mejor estrategia para reducir la brecha de desigualdad en Mérida es la creación de oportunidades: “Es momento de crecer, pero juntos todos, sin excluir a nadie”, enfatizó.

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