El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado que han aceptado que se reduzca la entrega de dosis de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus para que países más pobres puedan acceder a esta a petición de la ONU con el objetivo de que no haya acaparamiento, aunque ha subrayado que estas dosis serán repuestas.
«Ahora en el mundo hay una polémica porque la ONU le ha pedido a Pfizer que baje sus entregas a los países en los que se tiene contrato, como es el caso nuestro, de los países europeos, para que se disponga una cantidad de vacunas para la ONU y que no haya acaparamiento y que la ONU también ponga esas vacunas a disposición de países más pobres», ha apuntado López Obrador.
«Nosotros estuvimos de acuerdo con eso, que nos bajen y luego nos repongan lo que nos corresponde», ha explicado el mandatario mexicano, según recoge el diario ‘El Universal’.
Esta caída en el suministro no cambiará el Plan Nacional de Vacunación contra la COVID, según López Obrador, ya que el Gobierno mexicano está buscando otras opciones de vacuna, como la vacuna CanSino, la vacuna rusa Sputnik V y la desarrollada por la farmacéutica AstraZeneca, por lo que habrá dosis suficientes para inmunizar a los mayores.
Además, ha destacado que México «tendrá más autoridad» porque está administrando la vacuna y ha comparado a su país con «algunos países europeos», que «reciben la vacuna y no la aplican, la tienen congelada».
El último boletín oficial mexicano eleva a 630.258 los casos confiramdos y a 140.241 los muertos tras sumar 20.523 contagios y 1.219 decesos en las últimas 24 horas contabilizadas.