Estados Unidos, 11 de agosto de 2017.– Con un traje de baño rojo de una pieza, con las manos sobre su cabello y caminando por la playa, fue fotografiada para la revista Vogue, Chelsea Manning, la exanalista de inteligencia detrás del escándalo de WikiLeaks y ahora ícono transexual que divide opiniones: para unos es una heroína que pagó muy caro las revelaciones sobre la muerte de civiles en bombardeos estadunidenses y para otros una exprisionera traidora.
En sus redes sociales, Manning subió la imagen con la leyenda:
«Creo que así luce la libertad».
Para muchos estadounidenses, Manning, que cumplirá 30 años, es una heroína que pagó muy caro las revelaciones sobre la muerte de civiles en bombardeos estadounidenses. Pero para otros, la exprisionera es una traidora que generó enfrentamientos con el enemigo.
En 2010, cuando era el soldado Manning y llevaba el nombre de Bradley, filtró a WikiLeaks más de 700 mil documentos confidenciales relacionados con las guerras de Irak y Afganistán, entre ellos unos 250 mil cables diplomáticos que comprometieron a Estados Unidos y sus cancillerías en todo el mundo.
Condenada por un tribunal militar a 35 años de reclusión por la fuga de datos clasificados, salió en libertad después de siete años gracias a un indulto concedido por el presidente Barack Obama. La exanalista de inteligencia siguió en la cárcel un tratamiento hormonal para convertirse en mujer después de un largo combate legal.
